La falta de escrúpulos del baloncesto europeo da una fuerte paliza a los equipos españoles
Ayer a las 11:00 PM
Comenzó 2025 y ya ha habido que jugar: los días 2 y 3 de enero se completó la jornada 19 de la fase regular, que dejó buenos resultados para Madrid (cuarta victoria seguida) y Barcelona (buen triunfo, en París, nada menos, tras dos derrotas). Los azulgranas realizaron un trabajo consistente durante todo el partido, contando con una rutilante actuación de Willy Hernangómezcon dobles figuras en apenas 20 minutos (23+10) aunque con la consabida "gestión de plantilla", para amarrar el resultado como fuera.
Por cierto, que el exitoso rendimiento en París del madrileño decayó de inmediato, con una escasa participación en la derrota dominical de su equipo por un punto frente a Joventut en el Palau Blaugrana. En cuanto a Baskonia, el otro equipo español en liza, le sucedió lo mismo que al Barça contra el Estrella Roja en casa, perdiendo por dos puntos tras un horroroso segundo cuarto y no poder culminar la remontada.
El Real Madrid cumplió con lo esperado y doblegó al Bayern Múnich con claridad, tras un primer tiempo pletórico de ritmo y acierto de sus jugadores principales. La buena noticia es que continúa el crecimiento de Dzanan Musa que, junto a las consabidas estrellas del equipo y aun con la ausencia de Gaby Deck, sumaron lo suficiente para liquidar la contienda.
La mala noticia es quedel resto de la plantilla no se aprecia una aportación neta del nivel que se espera en un potencial campeón de la competición, aunque en todas partes tienen sus limitaciones en este sentido y nadie juega consistentemente con los doce que forman en cada encuentro.
Elogio del trabajo en equipo
Sin embargo, una vez más cabe preguntarse si la infrautilización de los recursos disponibles es un signo de buena gestión de un equipo humano. Intuitivamente, cualquiera diría que no. Así, si el jueves Willy Hernangómez disponía de minutos con gran rendimiento, ante la Penya apenas hollaba el parquet blaugrana (12 min, 2+2) siendo incluso superado por el "ausente" Fall (13 min, 2+2) mientras las torres verdinegras se lo pasaron en grande en la pintura (Tomic 29 min, 7+5 y Pustovyi 20 min, 18+4).
Por el contrario, Parra no jugó el jueves y dispuso de 25 minutos, con 4 triples sin fallo y 18 puntos para 20 de valoración. Parece que Peñarroya tiene claro su excel para delimitar la participación de sus jugadores en cada competición.
En el caso del Madrid la cosa no varía mucho, o tal vez a peor. Aunque la tendencia negativa en cuanto a resultados de hace un par de meses se ha disipado, la distancia entre los titulares y la segunda unidad se agranda y cada vez da la sensación de que los suplentes se resignan a ese estatus: no se juega con la misma confianza cuando se está empoderado, o cuando la única función se reduce a agitar toallas o regalar breves descansos.
Hace un par de días, el gran Víctor Colmenarejo mencionaba en su cuenta de X que a propósito del Movistar Arena (antes conocido como Wizink Center y que siempre será el "Palacio"), su mejor recuerdo reciente fue la remontada de 18 puntos contra Partizán el quinto partido del playoff del 23.
Así que uno se presentó a ver de nuevo los highlights, para ver cómo Mateo se refugiaba en su guardia pretoriana de cierta edad (Rudy, prodigioso Chacho, Llull, Causeur) … también los Brate y Tavares, claro… y por allí correteaba también un muchacho con energía deslumbrante, enchufado al juego y feliz: Eli John Ndiaye. Casi dos años después, la presencia en la cancha de la joven perla madridista es casi marginal, a pesar del crecimiento y rendimiento aportados.
La cuesta de enero
Los mandatarios del basket actual no tienen ni escrúpulos ni corazón. Dos competiciones que se disputan el calendario hasta junio con una montaña de partidos que no respetan la proliferación festiva propia de estas fechas. Contando desde el pasado viernes, 13 partidos en 30 días. Es casi un partido cada dos… ni a una barbacoa casera da tiempo. Declaraba Chus Mateo en M+, con razón, que "se obliga a los jugadores a ser superhéroes".
La verdad es que jugar partidos es siempre divertido para cualquier profesional, pero los viajes pueden llegar a ser la parte dura del negocio. Sin ir más lejos, viaja el Madrid a Vitoria el lunes, el miércoles, en Granada, vuelo a Kaunas el viernes y en Tenerife el domingo. Una paliza de campeonato. Habrá que aceptar que el rendimiento del equipo pueda decaer durante los próximos días.
Se antoja crucial, en la Euroliga como competición más exigente, la trascendencia de las próximas cuatro fechas: Zalgiris en Lituania y tres seguidas en el Movistar Arena: Maccabi, Olympiacos y Baskonia. Cuatro victorias en fila, que no sería descabellado pronosticar, limpiaría por un tiempo la clasificación madridista para playoffs antes de la llegada de un calendario más exigente.
Si la salud se mantiene y se otorga descanso a Facu y Tavares(no es solamente reducir los minutos, sino el riesgo de lesiones), apostaría unos chelines por la consecución de semejante objetivo, aun con el coste colateral de algún tropiezo por estos lares.