El deportista a seguir | El rey español contra el crono que destrozó un muro del siglo pasado

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Desde hace ya demasiados años, el ciclismo español no tiene una gran figura que llene de ilusión al aficionado. Nombres como Miguel Induráin, Alberto Contador, Perico Delgado, Alejandro Valverde, Óscar Freire, Federico Martín Bahamontes o Luis Ocaña, entre muchos otros, ya quedan muy lejos para nosotros y los escasos brotes verdes que han aparecido no han logrado dar el golpe definitivo sobre la mesa. Al menos, hasta este preciso momento.

Es cierto que tener a un deportista capaz de liderar una gran carrera no es sencillo, pero nuestro país ha estado malacostumbrado en las últimas décadas, donde se han concatenado en el tiempo grandes ciclistas para llenar de éxitos a nuestro país. Así, ahora, cuando llegan las grandes vueltas, ciclistas como Enric Mas, Mikel Landa o Carlos Rodríguez aparecen en la parte alta de la clasificación, pero no llegan a dominar con mano de hierro la competición.

Rubén Rodríguez

Pero empiezan a aparecer brotes verdes entre los más jóvenes, con varios nombres propios llamados a lograr grandes cotas. El primero y ya con recorrido en el pelotón profesional es Juan Ayuso, del que se espera que pueda dar el salto cualitativo para llevar la bandera de España a lo más alto. Y, mientras eso sucede, un joven desconocido ha dado un puñetazo sobre la mesa para conseguir uno de los grandes éxitos de la historia del ciclismo español.

Tradicionalmente, España ha sido un país que ha dado grandes escaladores, pero no con tanto rodador de primerísimo nivel, especialmente en lo que la contrarreloj se refiere. En este aspecto, tres de los mejores corredores contra el crono de la historia de nuestro país son el propio Miguel Induráin, Abraham Olano e Iván Gutiérrez. De hecho, el cántabro fue el último en ser campeón del mundo sub 23 de contrarreloj en 1999... algo que, ahora, ha cambiado para siempre.

Y es que Iván Romeo puede presumir de haberse convertido en el nuevo campeón del mundo de la especialidad sub 23, algo que no lograba un español desde el siglo pasado y que abre de par en par la caja de los sueños para el aficionado nacional. Potente, fuerte, rápido y con gran final, el joven ciclista vallisoletano dio una verdadera lección en los Mundiales de Zúrich para llevarse la medalla de oro, acabando con un muro que no saltábamos desde el siglo pasado.

El ciclista del Movistar ha destrozado todos los registros. Sobre todo, por ganar la crono con tanta solvencia por delante de uno de los grandes favoritos, Jakob Soderqvist, al que logró derrotar por más de 32 segundos. "Si sigue progresando en esta línea, será muy bueno. Le veremos delante con los mejores y disputando etapas en el WorldTour, seguro", explicaba Iván Velasco, responsable de rendimiento del Movistar, en una entrevista con Deia.

"Es un chaval muy inteligente, que analiza todo muy bien y tiene una actitud muy buena en la victoria y en la derrota. Es muy ambicioso. Este año nos habíamos planteado estar rondando en el top-10 en todas las cronos. Ha ido medianamente cumpliendo. Sí creo que, después de hablar con él, que esto tiene que darle tranquilidad. Estamos cerca de los mejores. Ahora es cuestión de seguir trabajando. Ese punto de tranquilidad le puede hacer estar delante", explica Velasco.

Es un recién llegado al ciclismo, pero empieza a demostrar que puede ser uno de los corredores con más futuro en los próximos años del pelotón. Iván Romeo lo tiene todo para triunfar y, de momento, ya ha confirmado que es el mejor de su especialidad entre los jóvenes. Será en los siguientes meses cuando tenga que confirmarlo al más alto nivel, pero el Movistar ya empieza a frotarse las manos con su corredor: tienen una joya entre manos y no lo quieren desaprovechar.

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